1 de enero de 2012

Capítulo 5: Sorpresas.

Sería un breve paseo. Lo suficiente para entablar una pequeña conversación con el rugido de su motor.
El viento proyectaba su pelo hacía atrás como si de la estela espumosa de un barco se tratase. Sentía como dejaba por el camino todas aquellas malas sensaciones, todos los pensamientos negativos. Por un momento no recordó el porqué de aquel viaje, de aquellos kilómetros que parecían una vida. La libertad que podía sentir era de tal magnitud y fuerza que revivió fugazmente un sueño  que hacía unos meses había tenido. Era la misma sensación, la de poder volar, como si estuviese surcando el cielo en lugar de pisar el asfalto a gran velocidad.
Tras un tiempo prudente volvió a casa. Pisar de nuevo tierra firme la hizo tambalearse un poco.
-¡Qué subidón! Ahora entiendo el amor de mi hermano por ti. – dijo acariciando la moto con la yema de los dedos mientras sonreía inconscientemente.
Su móvil comenzó a vibrar en el bolsillo del vaquero.
-¿Si?
-Hola cielo.
-¡Papá! Llevo esperando tu llamada todo el día.
-Lo sé, perdona, pero es que no he podido pararme ni un minuto. El ajetreo aquí es terrible. Supongo que es lo que tiene la navidad, que todo el mundo corre de un lado para otro buscando el regalo perfecto.
-No importa. Tengo noticias que darte.
-Sólo espero que sean buenas.
-Lo son.
-¿Lo has aprobado todo?
-Papá… Sabes que sí. No es eso. – respondió sonriendo.
-¿Entonces? ¿Qué es? – preguntó impaciente.
Jane mantuvo silencio durante largos segundos. Hacía días que no escuchaba su voz y quería hacerle de rabiar un poco.
-No puedo esperar, necesito saberlo.
-Jane – insistió casi a la desesperada.
-Creo que hoy podré dormir algo más tranquila…
-¿Qué has hecho? – preguntó preocupado.
-He salido a dar un paseo.
-¿Con quién? No te habrás echado novio y sin querer se te ha olvidado mencionármelo ¿verdad?
-No papá, tampoco. Sabes que hace tiempo que no uso de eso… - dijo mientras reía por lo bajo.
-¿Entonces? No me hagas sufrir más, te lo suplico.
Su padre era un experto en dramatizar de forma cómica cada situación y eso a Jane le ayudaba de forma inimaginable, y más aún desde el accidente de su hermano. Es cierto que su padre sufría, y tampoco podía quitárselo de la cabeza muchas de las veces que eso pasaba al día, pero era el optimista de la familia. El que siempre había impulsado a los demás a seguir hacia delante.
-En moto…
-Jane, eso es…
-Fantástico – le interrumpió. – Le he dado vueltas toda la noche, no sabía si atreverme o no, pero… Hacía tiempo que no me sentía tan… en paz con el mundo.
-Estoy orgulloso de ti. Seguro de que a partir de hoy tu vida comenzará a ser mejor.
-Gracias. Tengo tantas ganas de verte ¿Qué día vienes?
Ahora era su padre el que optaba por quedarse en silencio.
-Padre, no me sea cruel. Bien sabe que lo hice por vengarme de su ausencia.
-Está bien... Llegaré mañana por la mañana. Justo a tiempo…
-Para Nochebuena… Eso… Eso es genial. ¿Y cómo has podido adelantarlo?
-Contactos…
-Deja de hacerte el interesante. – dijo mientras se reía. Hacía mucho que no se divertía ni disfrutaba tanto de una conversación con su padre. – Ahora me dirás cómo he de apañármelas para hacer la cena.
-De eso no has de preocuparte. No vamos a cenar en casa.
-¿Dónde? ¿Cómo? ¿Con quién?
-Calma, calma. Será una sorpresa.
-Intentaré esperar a mañana por la mañana.
-Inténtalo mejor hasta por la noche. No lo sabrás hasta llegar al lugar.
-Luego soy yo la mala… Está claro que esto viene de familia…
-Tú encárgate de ponerte guapa.
-Eso va a ser difícil pero se intentará.
-No empieces.
-Vale, vale.
-Tengo que dejarte, esto es un caos, terminarán llevándome por delante. Nos veremos mañana.
-De acuerdo. Hasta mañana papá.

1 comentario:

  1. Menos mal que ya está subido el siguiente capítulo!!! Muy muy enganchada :)

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